Estudiante de primer año del doble grado en Derecho y Administración de Empresas, con una gran motivación por aprender y desarrollarse profesionalmente. Posee una fuerte ética de trabajo, capacidad de adaptación y un gran deseo de mejorar continuamente.
A pesar de mi corta edad y trayectoria laboral, he tenido la oportunidad de desempeñar diversas funciones que me han permitido desarrollar una amplia variedad de aptitudes y habilidades
En 2019, con tan solo 14 años, adquirí mi primera cámara fotográfica Durante tres años, realicé numerosas sesiones fotográficas, llegando a gestionar más de tres sesiones por semana Todos los ingresos generados fueron reinvertidos en la mejora de mi equipo fotográfico Esta experiencia no solo me permitió desarrollar mi creatividad, sino que también fortaleció mis habilidades de negociación, emprendimiento y relaciones interpersonales
En el verano de 2023, trabajé como peón de obra, desempeñando labores exigentes tanto física como mentalmente Las condiciones climáticas, con temperaturas de hasta 38 grados, y el esfuerzo requerido en este tipo de trabajo, me ayudaron a fortalecer mi capacidad de resistencia, trabajo en equipo y tolerancia al estrés
En octubre de 2023, comencé a trabajar como camarero los fines de semana en un restaurante, compaginando esta actividad con mis estudios En este entorno, adquirí habilidades en atención al cliente, trabajo en equipo y comunicación efectiva, fundamentales en el sector de la hostelería
Además, durante más de cinco años fui capitán de los equipos de fútbol en los que jugué, adquiriendo grandes habilidades de liderazgo y motivación Esta experiencia me permitió aprender a gestionar equipos, tomar decisiones bajo presión y fomentar el espíritu de trabajo en equipo, algo que considero fundamental en cualquier ámbito profesional
En 2022, con 16 años, tomé la decisión de trasladarme a Irlanda para cursar un año académico El principal desafío fue el idioma, ya que no tenía conocimientos previos de inglés Sin embargo, al finalizar el curso, no solo logré dominar el idioma, sino que también establecí conexiones personales con personas de diferentes culturas Esta experiencia me permitió desarrollar habilidades de adaptación, aprendizaje constante y comunicación intercultural, además de reforzar mi capacidad de superación y tolerancia al estrés
https://drive.google.com/file/d/1XXaTrMJNY4AGmrYaxFVIjswzlYN4iATf/view?usp=drive_link
Desde que tengo uso de razón, he sentido una fuerte atracción por el emprendimiento y el mundo empresarial. A los 11 años logré batir un récord en la recaudación de fondos para el viaje de fin de curso de mi colegio mediante la venta de granizados. Además, organicé torneos de FIFA para jóvenes mayores que yo en mi pueblo, generando ingresos a partir de ello.
Las circunstancias de mi vida me han llevado a madurar antes de lo habitual. Diversos problemas familiares me obligaron a desarrollar una perspectiva más adulta desde temprana edad, lo que también ha influido en que la mayoría de mis amistades sean personas mayores que yo.
Me considero alguien con una alta inteligencia emocional. A pesar de haber acudido en varias ocasiones a terapia psicológica, siempre he sido consciente de mis heridas emocionales y, con el tiempo, he aprendido a gestionar mi ansiedad y pensamientos catastrofistas de manera efectiva.
A los 16 años tomé una de las decisiones más enriquecedoras de mi vida: sin conocimientos previos de inglés, me embarqué en una aventura de nueve meses en Irlanda para cursar un año académico. No solo aprendí el idioma, sino que expandí mi visión del mundo de manera radical. Esta experiencia me enseñó a dialogar conmigo mismo y a desenvolverme de manera autosuficiente en un entorno en el que no me sentía protegido.
Uno de mis mayores sueños es emprender, crear o vender algo que realmente aporte valor a la sociedad y, al mismo tiempo, me genere grandes beneficios económicos. Sin embargo, más allá del éxito financiero, mi verdadera aspiración es ser respetado y reconocido en cualquier ámbito en el que me desempeñe.
El derecho también me apasiona, ya que ha estado presente en mi vida desde siempre gracias a la profesión de mi padre, quien es abogado.
Una vez escuché unas palabras que jamás olvidaré: "Ninguno de nosotros somos realmente importantes". Por ello, espero llegar a la vejez habiéndome arriesgado en todo aquello que mi pasión me impulse a intentar, sin permitir que el miedo al qué dirán me limite.
Mi mayor sueño personal es, sin duda, nunca dejar de estar un poco loco, porque, en mi opinión, las mejores personas lo están.